El corporativo Martel está formado por dos edificios gemelos de seis pisos, que comparten un estacionamiento subterráneo. El complejo se desplanta sobre el terreno mediante una plataforma, de la cual se eleva una doble altura con un mezzanine sostenido por cartelas de concreto. Sobre el espacio de doble altura están las oficinas que culminan en un techo volado. Las plantas son libres y las escaleras, elevadores y vestíbulos se encuentran en torres independientes que surgen de la fachada norte de los edificios, así como los servicios que se organizan en núcleos en los extremos oriente y poniente. El lenguaje del corporativo se basa en relaciones modulares estrictas y en dos materiales base: concreto aparente y vidrio. La fachada propone un flujo dinámico horizontal y una progresión vertical que facilita la legibilidad de sus espacios.